Video production for speculative fashion design project "Año 2500" (Year 2500).
Apenas quedan pequeños oasis de tierra fértil con escasos vegetales que nos alimentan. Estamos solos en el planeta. Animales y otras especies ya no nos acompañan, se extinguieron hace ya dos siglos. Quedamos pocos porque hicimos sufrir a la Tierra con nuestra ambición de tener y nos devolvió lo que le dimos, devastación. Se cosecha lo que se siembra y ahora estamos completamente solos, por nuestra cuenta. Acá se extraña lo orgánico, lo tibio y húmedo, lo sinuoso y reluciente.
Es difícil caminar hacia el futuro, pero tenemos convicción de que podremos sobrevivir y superar la adversidad. Es por eso que nos aferramos a lo que alguna vez resplandeció y tuvo vida; a los artefactos y reliquias de la ciudad-ruina, ciudad inhabitable. Pero más nos aferramos a lo único nuevo y fértil que somos capaces de generar: nuestro cabello.
Al arrancarlo de a poco, podemos sentir el desprendimiento de todo lo vivo y fecundo que fue este mundo alguna vez, pero que nosotros mismos mutilamos con el afán de cubrirnos en abundancia.
Entre este desierto que nos ahoga, el cabello, junto con las pocas plantas que soportan el clima, son lo único que simboliza vida para nosotros. Nuestro cabello es lo único que podemos hacer crecer, y nos recuerda así, que aún vivimos y debemos luchar para seguir existiendo.
Esta lucha la plasmamos a través de los finos y brillantes filamentos, que nos permiten dibujar las formas orgánicas de las raíces en nuestro cuerpo. Raíces que nos llenan de vida y se contraponen a lo estéril que nos rodea, mostrando nuestra resistencia a lo inorgánico, a los tejidos que carecen de vida.
-- Francisca Poch
Project by FRANCISCA POCH
Photos MARTÍN ITURRIETA
Video production KARINA HYLAND
Make-up DANIELA ALZÉRRECA
Models LUNA ABALLAY and MARIO VEGA
Production Assistant PAULINA DÍAZ SCHÜSSLER